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miércoles, 28 de abril de 2010

Boletín veterinario del 31 de Enero de 1846 (nº 22)

Efectos e Inconvenientes de la herradura y cómo evitarlos

De redondo que la naturaleza había hecho el casco del caballo la herradura le ha puesto oval; las cuartas partes comprimidas por el hierro no se nutren convenientemente; la ranilla se endurece con pérdida de su elasticidad; las demás partes del casco también se alteran y aún de estos inconvenientes se resienten las articulaciones inferiores y tendones de los remos.

(“Obviamente y gracias a las nuevas computadoras, sensores... hoy en día se han realizado una cantidad ingente de estudios, principalmente de la mano de los veterinarios, profesores y investigadores; Dr. Chris Pollit y Dr. Robert Bowker, Que nos han permitido conocer todos estos procesos deformativos y fisiopatológicos con una mayor profundidad aunque todavía no en su totalidad”).

No puede ponerse la menor duda que en el casco es una verdadera máquina elástica con vida, que se ensancha cada vez que el animal hace el apoyo en el terreno para volver a cobrar por sí mismo su posición primitiva; que de este movimiento participan todas las partes que le componen, cual es bien palpable cuando la marcha es fuerte y rápida, siéndolo aun mas en los animales jóvenes, en quienes las partes todavía no han perdido su flexibilidad y elasticidad.

La herradura inflexible, sujeta con clavos, no permite el que los talones se separen en cada movimiento de progresión, como lo efectúan las pezuñas del buey, los dedos del perro, los falanges del hombre etc. El rodete, la palma, la ranilla , aunque no son inmóviles, no por eso dejan de verse comprimidas, de lo que resulta un dolor sordo y lento que a veces no puede soportar el animal, faltar a la cadencia de los movimientos y aun le hace caer, poniendo en riesgo la vida del jinete. Este dolor es mas palpable en los caballos linos que en los bastos, todas las articulaciones se resienten, los corvejones, rodillas y menudillos se llenan de defectos y lesiones que arruinan luego al animal.

(“Las explicaciones de estos 2 párrafos, nos muestran la visión primitiva, pero no completamente equivocada, del funcionamiento del pie equino que ha permanecido en el inconsciente veterinario hasta hace unos 10 años, cuando una serie de estudios nos empezaron a demostrar que el pie equino era una máquina mucho más compleja de lo que imaginábamos y para su correcto funcionamiento necesitaba una deformación cuatridimensional; los 3 planos espaciales más el factor tiempo").

Aquellos hechos no es posible negarlos, y en su consecuencia el primero y mas aparente de los inconvenientes que acarrea el uso de la herradura es la aplicación y presión constante del hierro contra la cara inferior del casco, presión que no es dable calcular, y que es siempre mas o menos perjudicial, según la fuerza con que los clavos sujeten la herradura, y según la mayor o menor distancia a que ésta se encuentre de la palma , resistiéndose de esta presión con mas o menos violencia la superficie inferior del tejuelo. El segundo inconveniente procede de los clavos, que fijos en la clavera de la herradura y engastados en la tapa, forman por decirlo así una valla o barrera de metal que impide la expansión natural del pie, oponiéndose en gran parle a los movimientos de las regiones posteriores, si es que no los impide del todo. Privado así el pie durante meses y años de su movimiento natural, que sin disputa alguna es necesario para su crecimiento, nutrición y estado perfecto, deja de acrecentarse, se hace quebradizo, pierde su elasticidad y disminuye su volumen, resultando de aquí multitud de accidentes que indicaremos.

Para comprender mejor los malos efectos de la herradura puede compararse la tapa en su figura y movimiento a un arco elástico, a una ballesta. Si a esta se la fija por uno o muchos puntos, perderá una parle de su movimiento, tanto mas considerable cuanto estos puntos se encontraran a mayor distancia de su medio y mas próximos a sus extremos. Los clavos producen este resultado pasando a la tapa al través de las claveras de la herradura inflexible; mantendrán mas o menos fija la tapa según la forma y dirección de aquella, según se hierre mas o menos somero, número de clavos que se ponga etc. El modo de sentar comúnmente la herradura sobre la tapa, la juntura que se le hace para herrar a fuego y el modo de preparar el casco cuando se encuentra en el menor estado de expansión, cual sucede teniendo la extremidad levantada, aumentan los malos resultados.

Al introducir las clavos en la tapa la ensanchan como las cuñas abren y esquebrajan la madera, cosa que la observación demuestra diariamente, desituando siempre una parte de la tapa según el grosor de la espiga del clavo. De aquí resulta que un casco herrado crece mas hacia las lumbres que otro sin herradura, cuya prolongación produce mayor flexión en el menudillo, perjudica a los movimientos, fatigando y arruinando los remos. Aumenta estos fatales resultado la costumbre errónea de poner herraduras pequeñas cercenando la tapa que sobresale, lo cual estrecha el casco, quitando la fuerza y resistencia a la tapa.

(“Hoy en día se conoce que el uso de herraduras implica un mínimo de 20 inconvenientes de los cuales entre 4 y 6 pueden ser considerados como muy graves y perjudiciales para la salud y funcionamiento tanto del pie equino como del animal al completo ”).

Para evitar el animal la incomodidad que experimenta con la herradura y hacer mas llevadero el dolor ocasionado por la compresión, pisa de punta en la marcha por ser las lumbres las que menos padecen y las que tienen menos elasticidad; y de aquí el dirigir todo el peso sobre ellas. Los movimientos carecen de la debida extensión, especialmente los de las espaldas, lo que hace ser corta la marcha; las extremidades se levantan poco para evitar los efectos de una reacción fuerte, siendo inseguros los movimientos.

En los animales en quienes el casco se encuentra de este modo, si se deshierran accidentalmente o de profesoral y se les obliga a caminar, viéndose el pie muy dolorido en la precisión de soportar todo el peso, y careciendo de la necesaria expansión y elasticidad, porque los principales agentes están atrofiados o destruidos, experimenta mayores dolores y cojera al momento. Volviendo a colocar la herradura, y oponiendo menos obstáculos a la expansión del casco, desaparecen estos accidentes, por lo cual aquella es indispensable porque sin ella el animal no serviría para nada. Tal es el estado en que se encuentran muchos caballos, mulas y asnos por el mal método de herrar.

Además de estos efectos constantes producidos por la herradura son bien conocidos otros muchos ocasionados por su uso, tales que las clavaduras, acodaduras, sobrepuestos, cuartos, razas, galápagos, gabarros, enfosuras, palmiliesos, izquierdos, topinos, estevados, pandos, etc. etc. etc.

Sin embargo de lo expuesto, no diremos nosotros con algunos autores, que si no se hubiera inventado la herradura, no se notarían tantos desórdenes en el casco, antes al contrario, decimos y sostenemos que si los herradores tuvieran mas conocimientos, si supieran a fondo la organización de la parte en que operan y la función que desempeña cada una de las que se compone el casco, estos desórdenes serian casi nulos , pues sabrían anonadarlos.

En su consecuencia seria un error el proscribir el uso de la herradura, porque nuestros animales, nuestras costumbres sociales, los excesivos trabajos que de aquellos exigimos, la naturaleza hereditaria de sus cascos y oirás cosas mil hacen de la herradura un mal necesario, que evita otros males mayores. Lo que conviene y debo procurarse es hacer por disminuir este mal y hacerle soportable, lo cual no podrá conseguirse sino obligando a los herradores a que estudien más, y evitándose ejerza parte tan científica y trascendental por personas a cuyo frente no se encuentre un profesor competentemente autorizado.

("Como va a comentar más adelante, en ese tiempo la herradura era un mal necesario por la falta de materiales y del conocimiento que se tenía sobre las estructuras del pie equino y su funcionamiento. Hoy en día tenemos la suerte de haber hecho los deberes, haber adquirido mucho más conocimiento y tener materiales y estructuras que nos permiten dar soporte sin disminuir la deformación necesaria que debe sufrir el pie equino durante el movimiento para mantener todas sus estructuras funcionales y saludables.

Gracias a los estudios, se ha llegado a la conclusión que la herradura por una serie de razones que ya debatiré en otro post, ha quedado anticuada, obsoleta y debe dejar paso a las botas de nueva generación. En ellas debemos volcar todo nuestro esfuerzo e imaginación
").
 
Tampoco diremos que con el tiempo irá desapareciendo el uso de la herradura, bien así como se ha desterrado fajar los niños apenas nacían para evitar la dislocación de sus miembros, y va también desapareciendo en agricultura el erróneo sistema y fatal preocupación de las barbecheras, bajo el equivocado supuesto de que la tierra necesita descanso para reparar sus fuerzas y adquirir nueva fertilidad.

("En esta parte, y por suerte, el autor, iba equivocado. Actualmente, en muchos países desarrollados como USA, Australia, Francia, UK... La herradura empieza a perder terreno, en todos los sectores relacionados con el mundo equino; propietarios, deportistas... E incluso las marcas que fabrican materiales de herraje, se han ido introduciendo poco a poco al movimiento barefoot diseñando botas, herraduras absorbentes, herraduras pegadas... Pero, desde mi punto de vista y mi experiencia no hay nada más funcional, práctico y mejor diseñado que las botas equinas").

2 comentarios:

  1. Hola, he hechado un vistazo a tu bloc pero todavia no he tenido tiempo de leerlo detenidamente. De todas formas, me he quedado un poco sorprendida cuando en el articulo de Efectos e Inconvenientes de la herradura, nombras como efecto del herraje, entre otras cosas, el que un caballo sea izquierdo, topino, estevado y pando. A mi entender, estos nombres designan "deformaciones" de las extremidades (izquierdo y estevado) y del casco (topino y pando) de CAUSA GENÉTICA O HEREDITARIA (nunca sé la diferencia!). Y pongo deformaciones entre comillas porque son desviaciones de un modelo de caballo ideal, perfecto.
    Espero que recibas este comentario y encuentres un momento para responderme.

    Saludos,

    Raquel Rigau

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  2. Buenos días Raquel;

    Antes de nada decirte que mi aportación al texto original está escrita en cursiva para que sea fácilmente diferenciable. Con lo cual, lo que me comentas está escrito en el boletín oficial de 1846.

    El segundo apunte es decirte que como muy bien sabes se habla mucho de la genética y ésta mayormente determina la predisposición de la aparición de una patología frente a un determinado ambiente. Con esto quiero decirte que todo tiene una cierta base genética y una cierta base ambiental y la fusión de ambas crea lo que observamos en el mundo físico y que llamamos fenotipo.

    El sistema musculo-esquelético es dinámico, realmente, como me comentó un buen amigo; "todas las estructuras son fluidos pero cambian a diferente velocidad". Con esto quiero decirte que a la larga con un mal herraje, con un mal ejercicio... En definitiva con un mal ambiente puedes crear una deformación axial de tipo estevado o izquierdo.

    Espero haber aclarado tus dudas. Un abrazo. Albert

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