Introducción al sistema gastrointestinal equino

Como se explica en la página madre de este blog (www.podologia-equina.com)  los pies equinos solamente pueden llegar a ser totalmente saludables cuando el ambiente es el ideal y la salud general del caballo es perfecta. Los principales factores que afectan a la calidad de las estructuras del pie equino son (de más a menos influyentes);

• La nutrición (40%)
• El ambiente y movimiento (40%)
• Las revisiones periódicas de los pies y su correcto recorte para establecer un buen equilibrio dimensional (15%)
• La genética (5%)

El caballo salvaje tiene la libertad de poder escoger y variar sus alimentos con la finalidad de obtener todos los nutrientes necesarios para mantener su salud y vitalidad. El caballo doméstico no tiene esta libertad y su dieta depende totalmente de los conocimientos, responsabilidad y dedicación del dueño. Por esta razón, los dueños de caballos tenemos la obligación moral de saber cuáles son las necesidades de nuestro caballo (según su peso, edad, nivel y frecuéncia  de ejercicio...) y si se están cumpliendo o no, si esto no es posible, debemos vernos obligados a buscar la ayuda en los profesionales del sector (veterinarios especializados en nutrición equina), nunca en otros dueños, amigos, conocidos...

Como todos sabemos, los caballos son una especie que ha ido evolucionado para alimentarse constantemente (18-20 horas/día) de forraje, el cual le aporta una dieta alta en fibra y baja en energía. La energía contenida en el forraje es de difícil acceso así que para extraerla el caballo se sirve de un proceso fermentativo (los azúcares se transforman en ácidos grasos volátiles) llevado a cabo por la microflora intestinal, en el tramo final del sistema digestivo (ciego y colon).

Describiendo un poco más profundamente el sistema gastrointestinal del caballo, podemos decir que:

• En la boca se produce la masticación y la insalivación del alimento. Estos procesos, en el caballo, deben darse lenta pero constantemente y tienen la finalidad de triturar y humedecer al alimento para que éste pueda ser deglutido fácilmente y atacado por la flora del intestino grueso.

• El estómago es pequeño (15 litros de los cuales solamente se llenan 10. Si el caballo salvaje ingiere 50-70 litros de comida al día, quiere decir que el estómago se llena entre 5 y 8 veces al día) y rápido (las acciones mecánicas y enzimáticas sobre el alimento, se ven limitadas por el tiempo de estancia y tienen una baja repercusión).

• Un intestino delgado muy largo (20-25 metros) pero con un tránsito muy rápido (el alimento cruza todo el intestino delgado en 2-3 horas). La digestión en el intestino delgado es esencialmente enzimática y no afecta prácticamente a la celulosa, por el contrario es muy eficaz cuando se trata de romper y absorber glúcidos solubles, grasas, proteínas, minerales y vitaminas.

• Un intestino grueso desarrollado, grande (7 metros) y con un tránsito lento (Los 2/3 del tiempo total de permanencia de los alimentos en el tubo digestivo, deben permanecer en el I.G.). En él se produce 2 procesos vitales;

• La reabsorción de agua (determinará la cantidad de agua de las heces). Hay que tener en cuenta que diariamente se mueven unos 150 litros de agua por e sistema gastrointestinal.

• La rotura y transformación de los azúcares insolubles (fibra) en acidos grasos volátiles (ac. acético, propionico y butírico, principalmente) gracias a la microflora. Parece ser que el único ácido graso volátil capaz de ser transformado en el hígado en glucosa es el ac. propiónico, por tanto nos interesa fomentar la fermentación propiónica para mejorar los rendimientos deportivos. Para ello lo más deseable es usar forrajes recolectados tiernos y de noche, donde la celulosa está poco polimerizada y poco lignificada.

Muchos de los problemas asociados al caballo como cólicos, laminitis, enfosura... Pueden evitarse y prevenirse con una buena dieta pensada para cumplir las necesidades del caballo y no para las humanas.

Gracias por leer. Albert